Independencia de qué?

5 de Julio de 1811
Hoy todos los venezolanos celebramos 206 años de nuestra declaración de independencia de España (aunque ella sería luchada por varios años y reconocida en 1838).

Cuna de Libertadores de mitad de América del Sur, también de varios pensadores, escritores y científicos entre otros, hoy nos deparamos con una encrucijada que nos ha llevado a discusiones interminables, peleas verbales y mucha polarización: cuál es el concepto de país que tenemos hoy?


No vale decir que somos independientes cuando vivimos a la sombra de un país que ejerce una enorme influencia sobre nosotros a nivel político, y el clamor de otros para que una superpotencia nos invada. Parece que si Bolívar, Sucre, Anzoategui, Páez y otros que lucharon contra España estuvieran vivos hoy, se darían golpes de pecho por la actitud omisa y dependiente que tenemos delante de nuestros problemas.

Claro que tampoco hemos sido independientes del militarismo caudillista del siglo XIX. Cómo es posible que el desfile de independiencia sea más parecido a un desfile de la Plaza Roja de Moscú en plena Guera Fria que a una fiesta nacional? Usar el día como Desfile Militar es arcaico, innecesario y absurdo. A quién queremos amedrentar? Quienes son nuestros enemigos? Por qué se sigue tocando esa música marcial de los años 50?


Si queremos ir más lejos, veamos que nuestras fechas patrias más importantes han sido invadidas de fechas militares:
  • 24 de Junio, Batalla de Carabobo y Día del Ejército: Desfile Militar en Campo Carabobo.
  • 5 de Julio, Día de Independencia y Día de las Fuerzas Armadas: Desfile Militar en Los Próceres.
  • 24 de Julio, Natalício de Bolívar, Batalla Naval de Maracaibo y Día de la Armada: Desfile de la Armada en el Lago de Maracaibo.
Quien ya tuvo la experiencia de ver otros Días de Independencia en otros contextos, verá como ellos son más civiles que militares, no hay exposición de armas ni de soldados gritando "cazadores" o de las artillerías. Al contrario, hay manifestaciones de alegría, banderas ondeando, personas desfilando, músicas, deportes, espectáculos.

Pero el venezolano le tiene un pavor al uniforme militar, y principalmente el político, que vé al militar como alguien que está listo para tumbarlo a la brevedad si las circunstancias lo permiten. Es verdad que tenemos una larga historia de Golpes, Revoluciones, Constituciones y pare usted de contar, pero en nombre de la civilización tenemos que mantener al militar cumpliendo su función de resguardar la soberania nacional y no de ser el árbitro de la democracia.

Yo no sé qué celebrar hoy, porque no me siento libre como venezolano. Coloqué la bandera en la sala para recordar la fecha, pero cuando la veo me doy cuenta que estamos tan esclavos como antes:
  • No hay sistema democrático sin la expresión del voto, y no hubo elecciones de gobernadores el año pasado.
  • La solicitud del Referendo Revocatorio el año pasado fue ignorada y atropellada por los organismos competentes.
  • El gobierno, arbitrariamente, autoriza una Asamblea Nacional Constituyente para cambiar la que fue realizada durante el primer gobierno del que llaman Comandante Eterno, dando a entender que el legado de él no fue el mejor.
  • Tenemos más de 90 hermanos fallecidos en eventos que violan los Derechos Humanos, y una Fuerza Armada que se levanta contra aquellos que juraron defender.
  • Tenemos una Asamblea Nacional que se está quedando pequeña delante del momento histórico del momento.
  • Al mismo tiempo, la Sociedad Civil no sabe qué hacer.
  • Y, como si volvieramos a 1928, los estudiantes están dando la cara contra el Gobierno.
  • En todo esto, el mundo calla porque está preocupado por otros asuntos, así como fue en 1800.

Yo creo que, si hay una esperanza, ella no vendrá de la lucha callejera, porque ese es el esquema del Gobierno: jugar al desgaste. Tampoco vendrá de un diálogo donde sea el Gobierno el que imponga las condiciones, porque eso es jugar teniendo al árbitro como amigo y compadre. Mucho menos creo en una intentona militar, porque no sabemos qué vendría después.

Lo único que me dá esperanza es este texto del libro de Daniel, y es la conclusión del Rey Nabucodonosor, que acabó comiendo paja y bañándose del rocio como animal:
Daniel 4:34-35  Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi sentido me fue vuelto; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre; porque su señorío es eterno, y su reino por todas las edades.  (35)  Y todos los moradores de la tierra son estimados como nada; y Él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra; no hay quien estorbe su mano, y le diga: ¿Qué haces?
Dios reina como Señor Soberano, y nada va a impedir que su Voluntad se cumpla. En estos tiempos de juicio debemos orar como Habacuc:
Habacuque 3:2  Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí: Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.
Y recórdarnos de las palabras de Daniel cuando intercedió por su pueblo.
Daniel 9:18-19  Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestros asolamientos, y la ciudad sobre la cual es llamado tu nombre: porque no derramamos nuestros ruegos ante tu presencia confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias.  (19)  Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y haz; no pongas dilación, por amor de ti mismo, Dios mío: porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.
Estoy más que convencido que la verdadera Independencia en nuestra nación la tendremos cuando nuestros corazones se vuelvan al Señor, nuestros pecados confesados, y tomemos una actitud firme contra el opresor. Tenemos que denunciar las injusticias cometidas, ofrecer soluciones y actuar para que el Derecho y la Justicia reinen en nuestra nación.

Desde aqui oro por mi país, por mi Venezuela, para que el temor de Dios sea con los dirigentes, que busquen al Señor en arrepentimiento, que se aparten de sus malos caminos y que practiquen lo que es justo. Que haya paz y libertad en una nación donde no se le dará más valor a la viveza sino al trabajo honesto, y que todos tengamos nuestros plenos derechos democráticos garantizados.

Que Dios bendiga a Venezuela.

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