Alerta!!!

La muerte de 21 cristianos egípcios en manos del Estado Islámico en Libia pasó con poca cobertura de los medios de comunicación de Occidente (así como los asesinatos del Boko Haram) si lo comparamos con el atentado cometido contra el periódico Charlie Hebdo en Paris. La parcialidad a la hora de publicar una noticia en Occidente no es novedad. 

Lo sí preocupa es que, aparentemente, no se importen por las atrocidades cometidas a minorias cristianas en los Paises Árabes en nombre del Estado Islámico, segmentos radicales religiosos hindues y musulmanes en el Medio Oriente, Ásia y África.
La Misión Puertas Abiertas publica todos los años una lista con los países que más persiguen a los cristianos. La mayoria de los países pertenecen a Ásia y Africa. Pero no se engañe, la intolerancia que sufre el cristianismo en los últimos años - inclusive en Occidente - debe ser catalogada de inadmisible en una sociedad que se enorgullece de ser tolerante a todo. Sin embargo, vemos que esa misma sociedad no es capaz de tolerar al que piensa diferente de ella.

El problema para algunos, es que el cristianismo es radical en sus posicionamientos y propuestas, y eso es una gran verdad porque seguimos la Palabra de Dios, la Biblia. Ella es absoluta en sus argumentos, y estricta en sus mandamientos. Por eso, si alguien no está de acuerdo con lo que decimos o vivimos, está en su derecho, pero nunca vamos a dejar de decir lo que hemos visto y oído de parte de nuestro Señor Jesús.

Delante de este cuadro de opresión que se cierne sobre ella, la Iglesia Cristiana necesita estar unida contra las influencias del materialismo propio de Occidente - por un lado - la intolerancia religiosa - por el otro - y la persecución que sufre en otras partes del mundo. Para ello, tenemos que volver a los principios básicos: La vida del ser humano no se resume a poseer, sino al ser, ser aquello que Dios quiere que el hombre y la mujer sean: reflejos de Su Carácter y Santidad. Personas que amen a Dios por encima de todas las cosas, y al prójimo como a sí mismo. Que practiquen el perdón y la misericordia, que ayuden al necesitado y al carente, de la misma forma que sean participantes activos de la sociedad para promover acciones que traigan transformaciones significativas a la sociedad.

Hemos, sí, fallado a la hora de ser más prácticos en nuestra fe. Pero eso no es algo dificil de resolver. Basta simplemente salir a las calles y proclamar un Evangelio más sencillo, con menos luces y espectáculos, y con más vidas transformadas por el poder del Espíritu Santo de Dios.

Por eso, el llamado es a volver a la simplicidad de la fe, a la Biblia, a una vida donde el contentamiento sea por las pequeñas cosas de la vida. Y el desafio de compartir una fe viva y real, donde todos puedan ver a Cristo en nuestras acciones y palabras.

Vamos proclamar el perdón de Cristo a todos, incluyendo a aquellos que hostilmente han perseguido y matado a nuestros hermanos en el mundo entero - e inclusive a aquellos que practican el genocidio sin importarles la fe. Que seamos portadores de la reconciliación que Dios quiere traernos en Cristo.

Si de algo este mundo alocado necesita es de una brújula, y esa brújula está en nuestras manos: la Palabra de Dios.

Oremos por la Iglesia perseguida, que Dios los fortalezca en la fe, y que puedan ver la Gloria del Señor en esas circunstancias tan dificiles.

Seamos sal y luz en este mundo.

Despierta Iglesia.

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