Quiero, primeramente, dar una salvedad aqui. En el mundo pósmoderno en el que vivimos, la historia puede ser rescrita por cualquiera, dando su toque personal (o como se dice hoy "dar una versión de la historia") porque el relativismo ha permitido todos los recursos poéticos que podemos disponer para contar cualquier hecho. No es solamente con la historia bíblica, sino con practicamente todo hecho histórico llevado a cabo por las empresas cinematográficas.
De la misma forma, a los personajes históricos se le agregan los problemas existenciales pósmodernos: conflicto de identidad, rebeldía a lo establecido, duda religiosa, moralidad dual y otros aspectos. Y repito, no solo en historias bíblicas, en cualquier película histórica vemos eso.
Para dar un ejemplo, "Argo" tiene imprecisiones históricas y aún así, nadie se quejó. "Bastardos Inglórios" ni se diga. Así que, no es nuevo, ni es una persecución religiosa contra el cristianismo, judaismo o islam. Es parte de la cultura pósmoderna, donde todo puede ser transformado al gusto del cliente.
"Éxodo" no es un relato fiel del segundo Libro de la Biblia, es la interpretación que el director le da a la historia de un Moisés posmoderno en medio de un Egipto que intenta mantener a la hordas hebreas trabajando incansablemente.
Mucho se ha especulado sobre Ramsés como el Faraón contemporaneo de Moisés, Hollywood siempre creyó en él, pero no es muy convincente para algunos. Eso es irrelevante.
Un Moisés que nunca dejó de ser egípcio es un gran problema para el lector bíblico. El hecho de dejar la vara con Gerson, y llevar la espada, muestra como si Moisés no hubiera entendido nada de la zarza (que dicho sea de paso, tiene poca relación con el relato bíblico), y las circunstancias cósmicas de las plagas hacen ver todo interesante, pero no sé si es un deismo, o un teismo que es muy tímido en aparecer.
Sorprende los efectos visuales, y eso hace que el lector de la Biblia sienta falta de la nube y la columna de fuego, porque seguramente sería maravilloso haber visto algo así en 3D.
No voy a detenerme a comentar sobre el tema de la imagen de Dios, porque es dificil de entender el por qué del director.
Lo que sí puedo decir es que, una historia así como fue contada, muestra un Moisés más guerrero y estratega militar que un hombre de fe. Un hombre que confió en la guerra de guerrillas antes que en Dios; y un Dios que a veces parece que tuviera una doble moral, o por lo menos no se refleja la Inmutabilidad que la Biblia le da.
Como conclusión puedo decir que, aqui podemos ver un dislumbre de la teologia de Ridley Scott, y si fuera mi alumno del Seminario, le diria exactamente: "para hacer una película de Hollywood sería un éxito, pero como teologia, deja mucho que desear". A lo que él responderia "¿Y quién dijo que yo quería mostrar teologia?"
Y ahí le daria 8 de 10 por esa respuesta.
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