Cosas ordinarias generando acciones extraordinarias

Y el SEÑOR le dijo: ¿Qué es eso que tienes en la mano? Y él respondió: Una vara. (Éxodo 4:2)
¿Qué es una vara para un Pastor de ovejas? Pues un instrumento de trabajo que le ayuda a dirigir las ovejas por los pastizales.
¿Quál es la composición de la vara? Madera, simplemente madera.
¿Qué tiene de extraordinario? Nada, ella simplemente es un pedazo de madera especializado en guiar ovejas.
La vara de Moisés era la misma cosa, él era un pastor de ovejas cuidando el rebaño de su suegro. Un trabajo común para una persona que estaba aprendiendo a ser común (recuerden el pasado palaciego de nuestro personaje). Sin embargo, en ese trabajo exigente, donde el sueño no hace parte del oficio, Moisés se aproximó a ver algo que es cotidiano, pero con un toque extraordinario.
Ver una zarza quemarse no era nada común, ellas sufren de combustión espontánea en el desierto, así que no sabemos cuántas zarzas Moisés vio en su vida quemarse espontáneamente. El detalle estaba en que la zarza en cuestión no se consumia, o sea, ella estaba quemándose pero sin convertirse en cenizas.
Primera cosa ordinaria que tiene una manifestación extraordinaria.
La curiosidad presente en Moisés lo lleva a ver semejante fenómeno, ¡La zarza no se consume! Y fue a ver semejante manifestación extraña.
Moisés mordió el anzuelo divino.
Porque Dios mueve nuestra curiosidad para encontrarnos con Él.
Cuando Moisés se encuentra con Dios en medio de la zarza, Dios le pregunta a Moisés por aquello que tienen en su mano; por ese instrumento simple pero útil como una vara. ¿Qué es lo que Dios queria hacer con algo tan simple? ¿Para qué Dios le pregunta a Moisés por esa vara?
Esa vara, que era la vara de Moisés, sería conocida como "la vara de Dios" (4.20; 17.9) por causa de las maravillas que Dios hizo por medio de esa simple vara:
  • Se convirtió en serpiente.
  • Al tocar el Nilo, éste se convirtió en sangre.
  • Golpeó la terra, y salieron piojos.
  • Alzada al cielo, Dios envió granizo y fuego.
  • Levantada otra vez, Dios envió langostas.
  • Separó el Mar Rojo.
  • Alzada durante la guerra con Amalec, Israel tuvo victoria.
  • Golpeando la roca, ésta produjo agua.
Comprendamos que la vara por sí sola no tenía poder, ni la misma tenía algo especial que la tornase digna de semejante privilegio; Dios quiso usar algo ordinario, totalmente cotidiano en la vida de una nación donde el consumo de carne ovina era parte de su dieta, para manifestar Su Poder y Gloria.
Eso nos lleva a una conclusión sencilla, pero poderosa.
Si Dios pudo usar una vara inanimada, ¿cuánto más a nosotros, sus hijos?
La vara no tenía ningún poder, ni era de un "árbol sagrado, mágico". De un árbol ordinario surgió esa vara, pero Dios hizo maravillas con ella.
Y nosotros a veces decimos que no tenemos nada con qué servir a Dios.
Y nos empeñamos en vivir como si Dios no puede hacer nada en nuestras vidas.
Y vivimos en la realidad de la inoperancia de nuestro ser ante Dios.
Señores, Dios usó una simple vara para enseñarnos una cosa.
¡Él es el Todopoderoso y Soberano Señor, que usa cosas inanimadas para despertar a los seres vivos como nosotros!
Si Dios usó una vara para hacer tantos prodigios y milagros en la tierra de Egipto, y delante de Faraón. Imagine lo que Él puede hacer con Sus hijos, con aquellos que salvó y rescató, con aquellos que son Su propiedad exclusiva.
No hay excusa, nadie es tan limitado como una vara. Dios es mayor que nuestras limitaciones.
Si no lo cree, lea todo el Capítulo 4 de Éxodo, y medite en el llamado de Moisés.
Porque Dios llama a su pueblo a hacer cosas extraordinarias a pesar de nuestra simplicidad.
Animese, sea un instrumento de Dios en esta generación que necesita ver a Dios poderosamente.
Que Dios te bendiga.

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