Yo soy el que Soy

Entonces dijo Moisés a Dios: He aquí, si voy a los hijos de Israel, y les digo: "El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros," tal vez me digan: "¿Cuál es su nombre?", ¿qué les responderé? Y dijo Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: "YO SOY me ha enviado a vosotros." Dijo además Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: "El SEÑOR, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros." Este es mi nombre para siempre, y con él se hará memoria de mí de generación en generación. (Exodo 3:13-15)
Vivimos en un mundo relativista.
Si alguien se atreve a dar una opinión basada en hechos innegables y concretos sería catalogado de "arrogante" y "pretencioso". Por otro lado, querer hablar de un tema polémico y mostrar un punto de vista distinto al de la mayoria sería tildado de "políticamente incorrecto", "mente estrecha", "retrógrado", etc. Ni pensar si alguien se atreve a usar la Biblia para defender su discurso, seria simplemente ignorado y vilipendiado como una persona que perdió total credibilidad por usar un Libro que "no se adapta a los tiempos que nos corresponden vivir", o lo que es lo mismo "un Libro anticuado, machista, intolerante, sectario, que muestra un Dios de amor que es capaz de mandar a las personas al infierno".
Hoy es dificil hablar la verdad, principalmente porque nadie quiere escucharla.
Nos ha tocado vivir en un mundo donde lo más importante es pasarla bien, disfrutar el momento, hacer lo que nos venga en gana, y esperar lo mejor de mañana (disfrazado por algunos como "la bendición de Dios") porque no le hemos hecho mal a nadie.
Que gran engaño.
Que argumento tan simplista y banal.
Claro que hacemos daño, nos matamos lentamente y nos ahogamos en nuestros deleites, pecados y placeres, alejandonos cada vez más de Dios.
¿Por qué hablo de esto? Por una razón muy simple.
Hemos perdido nuestra identidad como seres humanos y nos hemos tornado como animales.
Uno de los grandes problemas de la Evolución de las Especies es que reduce al hombre a un animal, guiado por instintos, que lucha para conseguir lo que quiere sin ningún sentido de moral. Esa humillación del hombre la estamos viviendo hoy. En vez del hombre vivir como un ser creado a imagen y semejanza de Dios, como el representante y administrador de Dios en la creación, donde deberia vivir y gobernar la tierra mostrando la naturaleza y el carácter de Dios; se ha convertido en un elemento destructor de la creación, y un predicador del estilo de vida de un animal despiadado y destructor - donde no importa el prójimo salvo cuando lo puede usar para satisfazer sus deseos.
Pero, en medio del caos, se levanta la voz de Dios.
Dios siempre ha hablado en medio del caos y la desidia. Lo hizo en la creación cuando comenzó a crear y traer a orden las cosas. Lo hizo cuando en medio de la confusión del pecado en Edén llamó a Adán. Vez tras vez Dios llama en medio del caos para traer orden, y mostrar la referencia.
Moises tenía un caos en su vida: exiliado de su tierra, odiado por su pueblo, trabajando en medio del desierto por cuarenta años.
El pueblo de Israel estaba en caos: por cuatrocientos treinta años esclavos de Faraón y el pueblo de Egipto, con sus esperanzas destruidas de salvación y liberación; oprimidos y agobiados por el trabajo.
Egipto era un caos: una nación idólatra donde el Faraón era considerado un dios, y todos eran súbditos en cuerpo y alma.
Pero Dios va a llevar orden a ese caos.
Y Dios se revela como YO SOY EL QUE SOY.
Veamos que Dios no anda dando explicaciones a nadie de quien El es, lea el texto de arriba de nuevo y lo comprobará. Contrario al pensamiento popular, la Biblia no se esfuerza por probar la existencia de Dios, esto es porque ella lo asume como tal: Dios existe y punto.
La expresión YO SOY EL QUE SOY contiene la fuerza del Nombre de Dios, la naturaleza y caracter de un Dios Poderoso, vamos a ver.
YO SOY EL QUE SOY (heb אהיה אשר אהיה) ha tenido varias traducciones de acuerdo a las versiones revisadas; literalmente quiere decir "yo seré quien seré" y nos muestra la Majestad, Suficiencia y Poder del Dios que servimos.
Sin embargo, el detalle más importante de este nombre viene dado por su Auto-existencia, o lo que es lo mismo, su eternidad.
El heho de presentarse como El que siempre es, el inmutable Dios, nos recuerda las palabras de Jesús al referirse a si mismo en el libro de Apocalipsis
Apocalipsis 1:8  Yo soy el Alfa y la Omega--dice el Señor Dios-- el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
 Por ser Dios Eterno e Inmutable sé que Él no cambia de parecer, ni muda su accionar en la Historia. Es el mismo hoy, mañana y siempre
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos (Hebreos 13.8)

Desde la antigüedad tú fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se desgastarán, como vestido los mudarás, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin. (Salmo 102:25-27)
Ese atributo de Dios - su inmutabilidad - nos da seguridad en nuestra vida. Si Dios es el que es eternamente sé que Sus Planos no van a cambiar, sé que Sus propósitos se cumplirán a pesar que el mundo y el diablo se opongan. Dios es Eterno, y eterno son sus decretos y voluntad. Nada se escapa de sus manos.
Si Dios es eterno es imposible que Él sea manipulado por la acción del hombre, es Soberano y reina sobre todos. Además su inmutabilidad nos lleva a creer que no existe un "Plan B" en Dios.
Por último, YO SOY EL QUE SOY nos muestra su trascendencia. Y aunque es algo que es conseuencia de lo anteriormente dicho lo voy a explicar.
La trascendencia es Dios por encima de todas las cosas, Soberano, Rey de Reyes, es Él en Su Majestad y Poder, Dios Glorioso, Grande y Terrible. La trascendencia nos enseña que Dios no es hombre ni creación: es Creador; nos lleva al entendimiento de nuestra pequeñez y de Su Grandeza. Nos hace pensar en la pregunta de David a Dios
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido, digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides? (Salmos 8:3-4)
Es Dios en Su Gloria, no necesitando de nadie para vivir y relacionarse porque Él como Triuno tiene plena comunión y existencia. La trascendencia nos hacer ver a Dios tal cual cómo Él es en cuanto a su posición de autoridad y reinado. Imposible el hombre hacer algo de valor ante tan grande Majestad.
Por eso la advertencia del profeta Isaías es clara cuando alguien intenta torcer el brazo del Señor
¡Ay del que contiende con su Hacedor, el tiesto entre los tiestos de tierra! ¿Dirá el barro al alfarero: "Qué haces"? ¿O tu obra dirá: "El no tiene manos"? (Isaías 45:9)
Así que, veamos a nuestro Gran Dios como realmente es. Que esa aparente simple frase YO SOY EL QUE SOY despierte en nuestros corazones el deseo de amarle, conocerle, honrarle y aceptar sus designios como justos, perfectos y verdaderos. Que nos rindamos a Él y que sea nuestra la petición del Padre Nuestro cuando dice
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. (Mateo 6:10)

Que Dios te bendiga

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