Escribo desde Caracas, ya entrando en la recta final de un tiempo que quedará grabado en nuestras memorias con mucho afecto y cariño.
¡Qué mudanzas en tan poco tiempo! ¡Qué bello ha sido Dios en todo este tiempo! Sinceramente estamos muy agradecidos por todo lo que hemos vivido. No ha sido fácil y tuvimos que luchar duro, pero el esfuerzo valió la pena.
Por medio de este medio quiero agradecer a todos y cada uno de aquellos que nos ayudaron a emprender este caminar en el año y medio que pudimos compartir en Venezuela, suena corto el tiempo pero lo vivimos día a día, sufriendo, luchando y disfrutando lo bueno.
Ciertamente parece que muchas cosas quedaron inconclusas, sin embargo no ha sido así, creo que nos vamos satisfechos, tristes por algunas situaciones, alegres por otras, expectantes por aquellas que necesitan de una respuesta, pero estamos satisfechos y contentos.
Una de las cosas que he podido aprender en este tiempo es a comprender cómo Dios actúa en medio de las circunstancias más difíciles, como en el aparente silencio su voz apacible surge y nos guía en cada paso. Vimos a Dios obrando en corazones sedientos de Él, vimos cómo Dios moldeó nuestros corazones en cada momento duro.
Nos vamos agradecidos y contentos (se nota) y nos esperan nuevas experiencias en una nueva etapa de nuestras vidas.
Contamos contigo.
Que Dios te bendiga
PD: el próximo será en Brasil.
¡Qué mudanzas en tan poco tiempo! ¡Qué bello ha sido Dios en todo este tiempo! Sinceramente estamos muy agradecidos por todo lo que hemos vivido. No ha sido fácil y tuvimos que luchar duro, pero el esfuerzo valió la pena.
Por medio de este medio quiero agradecer a todos y cada uno de aquellos que nos ayudaron a emprender este caminar en el año y medio que pudimos compartir en Venezuela, suena corto el tiempo pero lo vivimos día a día, sufriendo, luchando y disfrutando lo bueno.
Ciertamente parece que muchas cosas quedaron inconclusas, sin embargo no ha sido así, creo que nos vamos satisfechos, tristes por algunas situaciones, alegres por otras, expectantes por aquellas que necesitan de una respuesta, pero estamos satisfechos y contentos.
Una de las cosas que he podido aprender en este tiempo es a comprender cómo Dios actúa en medio de las circunstancias más difíciles, como en el aparente silencio su voz apacible surge y nos guía en cada paso. Vimos a Dios obrando en corazones sedientos de Él, vimos cómo Dios moldeó nuestros corazones en cada momento duro.
Nos vamos agradecidos y contentos (se nota) y nos esperan nuevas experiencias en una nueva etapa de nuestras vidas.
Contamos contigo.
Que Dios te bendiga
PD: el próximo será en Brasil.
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