Es Navidad!!!!

¡Cómo nos gusta la Navidad! Nuestra cultura parece que nació para estas fiestas, sin embargo, dentengámonos un momento para pensar en algunos acontecimientos de la primera Navidad, al final, no podemos celebrar con propiedad si desconocemos qué celebramos:
La Navidad representa una serie de milagros y cumplimiento de profecías que nos deben dejar estupefactos: Una joven queda embarazada siendo virgen, un esposo que recibe el mandato de un ángel a recibirla a pesar de las repercusiones sociales que eso implicaría en su época, un censo que los obliga a viajar a Belén (siendo José morador de Nazaret aunque oriundo de la primera ciudad), el hecho que todas las posadas estuvieran llenas los obligó a que Jesús naciera en un pesebre, ¡El Rey del Universo, la Causa y Motivo por el cual todas las cosas fueron creadas nació en un cajón que se usaba para alimentar animales! Por si fuera poco, la comitiva de bienvenida fueron unos pastores que estaban por allí con sus ovejas. Sin embargo, cabe resaltar la comitiva celestial: una multitud de ángeles que se juntaron en coro para anunciar a los pastores el nacimiento del Mesías, del Salvador de la Humanidad, del Verbo encarnado:
"Gloria a Dios en el cielo,
y paz en la tierra
para todos los que Dios ama" (Lucas 2.14)
Fueron los ángeles los que anunciaron a los pastores estás "buenas noticias para los hombres, ha nacido en la ciudad de David un Salvador, Cristo el Señor", dándoles la señal inequívoca del lugar donde nació. La primera Navidad fue muy sencilla, en un lugar sencillo: no hubo regalos, ni nada parecido, no encendieron el árbol, ni las tiendas se llenaron de juguetes, no hubo consumo masivo por una fecha especial; en realidad para el mundo fue un día normal y corriente, con la atención puesta en el Censo del Emperador en vez del cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento sobre el nacimiento del Mesías.
Aunque, unos sabios de Oriente fueron guiados por una estrella a Belén a ver al Señor, y ellos sí lo reconocieron como Rey dados los regalos que les presentaron. Un detalle con los magos es que aunque la tradición los pinta en el pesebre, una lectura un poco más seria de la Bíblia nos muestra que ya pudo haber pasado un tiempo de alrededor de dos años entre la aparición de la estrella y el aviso a Herodes, y luego que el mismo Herodes mandó a matar a todos los niños menores de 2 años en Belén y sus alrededores nos damos cuenta que Jesús no pudo vivir dos años en un pesebre, ¡eso sí que no! (Mateo 2.11 dice que los sabios fueron a la casa donde José y María habitaban en Belén, y un establo no es una casa).
La Navidad nos debe recordar el hecho que Dios, por su misericordia y amor, envió a Su Hijo Jesús a nacer de una forma milagrosa, aunque sin mucha pompa para la sociedad de aquella época, con un propósito definido: su muerte en la cruz por nuestros pecados.
Todo lo que Dios ha planificado en relación a la salvación  del hombre apuntó al sacrificio de Jesús en la cruz, y con eso hago mención al hecho de vestir a Adán y Eva con pieles después de haber comido el fruto del árbol, al hecho de aceptar el sacrificio de Abel con relación al de Caín, al llamado a Abraham de sacrificar a Isaac, a los holocaustos de la Ley Mosaica; a todos y cada uno de los animales muertos derramando su sangre para limpiar pero no para acabar con el problema del pecado. Cristo Jesús vino en Navidad no para simplemente darnos un tiempo de unión familiar, compartir una Cena, regalos y disfrutar. La Navidad debe ser un momento de reflexión, de compreender la profundidad del amor de Dios al venir y ofrecerse como sacrificio perfecto por los pecados de la humanidad, para así de una vez por todas acabar con el dominio que el pecado, la muerte y el diablo tenían sobre el pueblo de Dios.
¿Quiero decir que no vamos a celebrar esta fiesta sin  igual? ¡De ninguna manera! Sin embargo, debemos centrarnos en el propósito de esta fecha: Cristo vino a morir por mí en la cruz para que a través de Él tenga vida eterna creyendo en Su Nombre. Al reflexionar sobre la vida de Jesús y Su Obra, no podemos hacer menos que celebrar el hecho que ahora tenemos libre acceso a la presencia del Padre por Jesús, además que resucitó de los muertos, y ahora está a la diestra de Dios pidiendo a favor de aquellos que han de heredar la salvación.
Así que, te invito a celebrar la Navidad, pero esta vez centrémonos en el motivo verdadero: Cristo Jesús.
Te deseo una muy Feliz Navidad, que Jesús pueda nacer en tu corazón en este día maravilloso y que puedas creer y crecer en Él.
Dios te bendiga.

Comentarios

Argenis García dijo…
Excelente reflexion querido hermano. Que mi Dios Todopoderoso te colme de abundantes bendiciones a ti y a tu familia. Saludos a Lissete. FELIZ NAVIDAD!!!!