Momentos memorables...

Recientemente fui no solamente testigo, sino participante de un acontecimiento único en la historia de nuestra familia: nuestro hijo de 5 años comenzaba a andar en bicicleta sin ayuda de las "rueditas" en las laterales, de modo que, después de varios intentos, mi hijo sabe andar bicicleta, ¡y muy bien para ser su primera vez!.
En una ocasión se cayó, pero no hubo daños que lamentar, atropelló dos amigos que no tuvieron complicaciones, y batió el frente de un carro que no sufrió, comenzó gritando cada vez que quería frenar, y acabó deteniendo la bicicleta con gracia y soltura, una muy buena y recordada primera vez.
La vida también nos presenta momentos y ocasiones memorables para aprender, en ocasiones son oportunidades que aparecen una vez en la vida, otras se repiten incesantemente. El temor se convierte en alguien que nos visita frecuentemente, y más cuando la decisión se torna cercana y es inminente. Es normal que muchos sientan que las fuerzas se acaban, otros pudieran entrar en depresión y algunas simplemente dejar pasar la oportunidad y se quedan como están. ¿Cuál es la decisión correcta?, ¿en qué me puedo basar para tomar buenas decisiones?. Esas preguntas llenan nuestro corazón y las respuestas muchas veces se pierden en el mar del olvido.
Pero, que bueno es Dios, Él nos dejó Su Palabra, la Biblia, donde tenemos una guia fiel y segura para tomar buenas decisiones, claro que muchas situaciones a resolver no necesitan de consejeros; pero aquel que se acerca con fe, y con un corazón dispuesto a obedecer conseguirá una respuesta franca y clara de lo que Dios quiere que el hombre haga.
Cuando se tiene la certeza que nuestra decisión concuerda con el propósito de Dios no es garantía de libertad de problemas o conflictos, al contrario, es cuando se manifiestan para poder ver la maravillosa mano de nuestro Señor en todo momento, creo firmemente que la luz del Sol es más agradable cuando estamos sumidos en una noche tormentosa, así es nuestro Dios, no importa lo complicado de nuestra vida, si Él está en control, puedo descansar en que Él tiene cuidado de mí.
Que Dios te bendiga.

Comentarios

Ernesto dijo…
Hola Roberto, estás hecho un "bloggeiro".
Realmente el cuidado de Dios esta en las grandes y pequeñas cosas o detalles. Esta reflexion me gustaría compartir com mis alumnos del CEM, si me permitis. Que bueno es saber como esta el Fernando, cresciendo y experimentando desafíos.
Saludos a la esposa y a todo MTC.

Ernesto Daniel Galeano
deao@cem.org.br