Pobreza

Nosotros podemos ver en nuestros dias la gran necesidad del mundo, no hay dia en que veamos el dolor de millones por un pedazo de pan mientras pequeños grupos se reparten gran parte de la economia mundial.
Podemos pensar en todos los planes ideados para combatir el hambre y la miseria que ha llenado miles de hogares en el mundo. Mientras algunos botan los restos de comida porque no les gusta comer lo que sobró, otros desearían llenarse de esas migajas. Es algo así como en la parábola de Jesús de el rico y Lázaro: lo que a uno le sobraba era la carencia del otro. Y eso va más allá de la comida.
Es impactante la realidad del mundo, no se puede creer como hay miseria y dolor. Y más cuando en el mundo hay suficiente espacio para sembrar toda la comida del mundo, y aún así sobra.
El problema es el hombre, y no me refiero a la especie humana como elemento destructivo e invasor, va más allá de eso. Va en el hecho del egoísmo, la desidia, el abandono, la auto-exaltación y el de superarse a toda costa, del no tener escrupulos a la hora de desear y no tener bases sólidas donde edificar su vida.
Sé que sueno moralista, pero la realidad de nuestro mundo postmoderno me lleva a pensar que la ausencia de una verdad absoluta y de principios morales y éticos constantes sea parte del problema, y digo parte porque ya existian y existirían sin esta linea de pensamiento.
Pero si el hombre piensa en el prójimo, si compramos y comemos lo justo, si no malgastamos los recursos naturales (porque dejar de contaminar es una gran utopia), si los que tienen grandes recursos lo invierten en recursos que mejoren la alimentación, la educación, las condiciones de salud, mejorando la calidad de vida sin que pierdan su identidad como pueblos; si los poderosos se dignaren en ver a los pobres no como miserables sino como personas con necesidades inmediatas, porque el primer paso tiene que ser dado por aquel que puede ayudar.
Queremos un mundo con mejores condiciones, pero nuestra realidad dice que queremos un mundo que sea el mejor para mí, que triste, me pregunto quien es más pobre: si aquel que vive para satisfacer su ego sin límites, o aquel que requiere de ayuda urgente para sobrevivir, donde cada aliento de vida parece un castigo sin fin más que una bendición de Dios.
Para los pobres ricos, y para los que definitivamente no tienen nada hay una salida: para esta pobreza mental hay una salida, para la carencia del mundo hay una salida. Pero debe comenzar desde adentro, desde nuestra alma. Comienza con la necesidad de reconocer que nuestros caminos no son correctos y acercarnos a Dios, que por medio del sacrificio de Cristo en la cruz nos dio la posibilidad de estar en paz con Dios y con el prójimo.
Y para los que creen que esto es mero hablar, quiero que recuerden en la vida de Jesús: siendo Dios, no le importó Su Gloria y Poder para venir a ser hombre en medio nuestro, y así, siendo Dios y hombre, vivió como siervo, hasta el punto de hacer trabajos de esclavo, para luego morir en la muerte más ignomiosa de su época: la cruz, y todo por amor de nosotros.
Si ese Amor nos inunda, comenzaremos a poner nuestro grano de arena para resolver esta gran epidemia que nos inunda y que amenaza con crecer cada día.

Este es mi pequeño aporte para este día, Dios te bendiga

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